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¿Qué es Web3?

  • 23 mayo, 2022
¿Qué es Web3?

Web3: Cómo una Internet descentralizada basada en la cadena de bloques puede cambiar el mundo

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Crédito de la imagen: Gerd Altmann / Pixabay

Web3 es un término que describe una futura Internet construida sobre cadenas de bloques descentralizadas (Blockchain), que son los sistemas de libro mayor que utilizan actualmente las criptomonedas.


¿Qué es Web3 en términos sencillos?

A un nivel muy básico, la Web3 es la tercera etapa del desarrollo de Internet. Para entender exactamente qué es la Web3, primero hay que tener una comprensión básica de las dos primeras etapas.

La primera etapa de Internet, la Web1, consistía principalmente en que los usuarios leyeran páginas web estáticas, aunque existían foros y tablones de anuncios. La siguiente etapa, la Web2, marcó la llegada de los medios sociales como Facebook y Twitter, y de sitios basados en contenidos generados por los usuarios como YouTube. La gran diferencia entre la Web1 y la Web2 es que mucha gente pasó de consumir pasivamente contenidos proporcionados por las grandes empresas a crear y compartir sus propios contenidos, aunque ese intercambio sigue siendo facilitado por sitios web propiedad de grandes empresas.

La idea básica de la Web3 es que representará una transición desde las grandes empresas que controlan y monetizan los contenidos en Internet, hasta los creadores y consumidores individuales que comparten contenidos e interactúan a través de redes descentralizadas. Estas redes se basarían en protocolos abiertos, permitiendo que cualquiera se conecte y participe, y desplazando el poder de las grandes empresas hacia los creadores y usuarios.


¿Qué es Web3 y cómo funciona?

Como la Web3 aún no está aquí, no sabemos exactamente cómo funcionará. La mayoría de los conceptos de la Web3 implican la cadena de bloques, un sistema de libro mayor inmutable utilizado por las criptomonedas para llevar un registro de las transacciones. El atractivo de la cadena de bloques para los partidarios de Web3 es que registra todo de forma transparente e imposible de editar o falsificar. Cada nueva transacción crea un “bloque” en el libro de contabilidad que cualquiera puede ver.

El principal problema de la cadena de bloques es el mismo que su supuesta ventaja. Como nadie puede editar el libro de contabilidad, y cualquiera puede crear tantas cuentas de criptomonedas como quiera, es difícil abordar y proteger el fraude. Una vez que algo existe en la cadena de bloques, es imposible eliminarlo.

Algunos defensores de la Web3 han sugerido que los creadores y los usuarios podrían monetizar sus esfuerzos en Internet a través de la cadena de bloques, o que los usuarios podrían monetizar sus propios datos con fines de publicidad dirigida, de la misma manera que Facebook y otras empresas venden ese tipo de datos en la actualidad.

El control de los servicios descentralizados también podría ponerse en manos de los usuarios, en lugar de las grandes empresas. Las decisiones de cambiar las normas y reglamentos, cuándo prohibir a los usuarios y otras opciones podrían ser votadas por los usuarios de un servicio descentralizado en lugar de ser decididas unilateralmente por la empresa propietaria de un sitio web. Esto quitaría el poder de las manos de las grandes empresas tecnológicas y lo pondría en manos de los usuarios.


¿Hay algún ejemplo de Web3 en la actualidad?

El concepto de que los creadores y los usuarios sean compensados a través de la cadena de bloques está todavía en sus inicios, pero hay algunos ejemplos. El videojuego Axie Infinity es algo parecido, ya que se ejecuta en la cadena de bloques de Ethereum y recompensa a los usuarios con criptomonedas por alcanzar objetivos.

Otro ejemplo es Helium, que es una red inalámbrica de crowdsourcing que recompensa a los usuarios con criptomonedas por compartir sus conexiones de red domésticas. Esto crea efectivamente una gran red de puntos de acceso a los que los usuarios pueden acceder, y los propietarios de esos puntos de acceso pueden recibir una compensación en forma de cripto-tokens.

Esta configuración de “jugar para ganar” es una de las características más comentadas de Web3, ya que podría tener un gran impacto tanto para los creadores como para los usuarios. A través del blockchain, Web3 podría permitir a los creadores monetizar sus contenidos sin ceder el control a los grandes sitios tecnológicos, y los usuarios podrían monetizar sus actividades e incluso sus propios datos.


¿Qué pasa con la descentralización de Web3?

Los defensores de la Web3 dedican mucho tiempo a hablar de la cadena de bloques, pero eso es sólo una parte del panorama general. La otra idea central de la Web3 es que estará descentralizada de un modo que la Web2 no lo está. Una forma fácil de pensar en esto es que, hoy en día, los usuarios de Twitter pueden comunicarse entre sí, pero no pueden comunicarse con los usuarios de Facebook o de Instagram. Esto se debe a que Twitter es dueño de su sitio web, controla sus protocolos de comunicación y mantiene todo bloqueado. Lo mismo ocurre con la mayoría de los demás sitios y servicios de la Web2.

Para que la Web3 funcione, habría que sustituirlos por servicios descentralizados. De hecho, hoy en día hay indicios de ello en forma de servicios federados en los que varios sitios Web2 pueden comunicarse utilizando un protocolo abierto. Un ejemplo es Mastodon, que es un software gratuito y de código abierto que los individuos y las organizaciones pueden utilizar para construir sus propias plataformas de microblogging que funcionan de forma muy parecida a Twitter. Los usuarios del sitio original de Mastodon y los de otros, como el de Tooter, con sede en la India, pueden comunicarse entre sí, porque ambos sitios utilizan los mismos protocolos de código abierto.


¿Es el Metaverso Web3?

El metaverso no es la Web3. Es un término que se utiliza para describir mundos digitales inmersivos, a menudo experimentados a través de la RV en lugar de la pantalla de un ordenador o un teléfono. En este metaverso los usuarios pueden jugar, socializar y comunicarse. La gran conexión entre el metaverso y la Web3 es que varios elementos del metaverso pueden ser NFT, como tu avatar, los inmuebles virtuales y otros elementos.

La gran diferencia entre Web3 y el metaverso es que este último está siendo defendido actualmente por grandes empresas tecnológicas como Facebook, Microsoft y HTC. Dado que la Web3 se concibe como impulsada por las redes descentralizadas, los protocolos abiertos y la cadena de bloques, el metaverso parecería no estar a la altura.


¿Cambiará la Web3 el mundo?

Es imposible decir exactamente lo que hará la Web3, o incluso qué forma adoptará, ya que en la actualidad es sólo un conjunto de conceptos sueltos. Sin embargo, existe un potencial real para que Web3 cambie el mundo, o al menos cambie drásticamente la forma de usar e interactuar con Internet.

Si la Web3 se basa en gran medida en la cadena de bloques, podría presentar nuevas formas de utilizar Internet tanto para los creadores como para los usuarios en general, y un cambio hacia los servicios descentralizados alteraría completamente el paisaje y potencialmente también la gran tecnología.